A la vista de la experiencia de transformación de los espacios abiertos de la escuela Santos Samper de Almudévar de la que nos hablan Carme Cols y Pitu Fernández y sobre la que reflexionan Inma Tena y Teresa Hernando, hemos pedido a la autora, antropóloga de la infancia que nos comente los beneficios psicológicos y educativos de los espacios que apuesten por la naturaleza, por las estructuras flexibles y por los materiales manipulables, así como la incidencia de estos espacios en la no competitividad, las relaciones y el manejo de los riesgos por parte de los niños.

El filósofo francés Henri Lefebvre en su libro “La producción del espacio”, escrito en 1974 decía:

El espacio manipula a las masas controlando su cotidianidad, sus aspiraciones y sus necesidades. (Lefebvre, 2013)

Si las relaciones entre personas varían en función del espacio en el que se encuentran, transformando los espacios exteriores escolares, convirtiéndolos en espacios naturales, aparte de acontecer zonas más agradables y confortables, estaremos provocando un cambio en la actitud, en las dinámicas y en las relaciones entre los niños que los utilizan.

El patio de la escuela Santos Samper de Almudévar era, como la gran mayoría, un espacio plano, con muy pocas propuestas lúdicas y escasos elementos naturales. Con el objetivo de convertirlo en un espacio educativo que favoreciera, entre otros, el desarrollo artístico, medioambiental y paisajístico, un grupo de trabajo formado por familias, maestras y alumnas han conseguido transformarlo, ofreciendo diferentes espacios lúdicos y de aprendizaje.

En este nuevo espacio, han creado una zona de manipulación de arena y agua; una pequeña monaña con hierbas aromáticas para acercar la naturaleza a los niños y con materiales para poder observarla; un ágora; un escenario; una pequeña edificación hecha con bioconstrucción para favorecer el juego simbólico; una mesa sensorial con arena fina y enseres para su manipulación; una cabaña; un puente; zona verde con troncos,…

Toda esta transformación lo han llevado a cabo porque creen que los espacios exteriores de las escuelas tienen que ser espacios de aprendizaje que permitan jugar, crear, e imaginar; que permitan realizar juegos no estructurados; que ofrezcan subespacios; que faciliten las relaciones afectivas y sociales entre los iguales; porque creen en la necesidad de ofrecer a los niños unos espacios exteriores de calidad con elementos naturales.

Espacios naturales

Richard Louv, en su libro Last Child in the Woods (2005) fue elprimero a concluir que gran parte de los trastornos que afectan a los niños de nuestra sociedad tienen su origen en un déficit de naturaleza.

Richard Louv fue el primero a concluir que gran parte de los trastornos que afectan a los niños de nuestra sociedad tienen su origen en un déficit de naturaleza.

Posteriormente, otros muchos autores han corroborado esta teoría con nuevas investigaciones, en las que determinan que un contacto más habitual con la naturaleza provoca en los niños, y en las personas en general, una mejor función cognitiva; un aumento de la creatividad; un mayor sentido de libertad; una mejor relación con los otros; un menor déficit de atención debido a una reducción del estrés; un menor nivel de agresividad; un menor índice de dolencias; una mayor resiliencia emocional; más oportunidades para conocerse un mismo; una mayor atracción por los entornos naturales; además, de favorecer el juego activo, mejorando las habilidades motoras y reduciendo los niveles de obesidad . Por el contrario, los niños que no acostumbran a jugar en el exterior, tienen menos red social, pueden tener menos confianza y estar menos integrados en su comunidad .

William Bird en Natural Thinking (2007) concluye que disponer de entornos interesantes y atractivos para jugar puede contribuir a la reducción de los comportamientos agresivos y de los conflictos en las escuelas, puesto que el comportamiento destructivo es más común observarlo en grandes espacios, aburridos, sin árboles, arbustos u otras delimitaciones naturales. En mis observaciones también he podido comprobar que en los patios con más opciones lúdicas los niños están más a gusto porque acostumbran a encontrar espacios que se adaptan a las preferencias de cada cual, y esto deriva en una reducción del ruido y de la conflictividad.

Un ejemplo de los beneficios que pueden aportar la transformación de los espacios infantiles en espacios naturales lo demuestran Dyment y Bello en el estudio realizado a 59 escuelas del Canada, que habían convertido el patio en espacios verdes. Comparando lo que pasaba antes y después de la transformación, comprobaron como el tipo de juegos que se practicaba se diversificó mucho, realizando muchos más juegos simbólicos y de construcción. Los juegos competitivos perdieron el protagonismo que tenían en los patios con cemento, para dar lugar a juegos que favorecían un movimiento y un desarrollo más saludable, también entre aquellos niños que hasta entonces se movían muy poco; a la vez que los índices de satisfacción general de los niños y con respecto a los compañeros pasaron a ser mucho más positivos.

Los juegos competitivos perdieron el protagonismo que tenían en los patios con cemento, para dar lugar a juegos que favorecían un movimiento y un desarrollo más saludable

Material manipulable

Los espacios de juego tienen que animar a los niños a interactuar. Los niños realizan juegos más creativos, cooperan y consiguen resolver problemas ellos mismos cuando disponen de material manipulable, y S. Herrington y otros (2007) observaron que los conflictos aumentan cuando no disponen de este tipo de material.

Los espacios con estructuras fijas acaban haciéndose aburridos y favorecen la competitividad entre compañeros, respecto a los espacios naturales donde disponen de materiales sueltos, de más desafíos y donde las actividades se pueden diversificar.

Cada vez son más los estudiosos que hablan de la importancia de vivir situaciones de riesgo, puesto que son estas las que permiten al niño desarrollar y mejorar las habilidades motoras y ganar confianza para poder ser físicamente activo. Porque para poder evaluar y saber gestionar el riesgs tenemos que haber sido expuestos a él..

“Life is full of risk, so the best way to prepare children for life is to ensure they know how to judge risk for themselves”. . (Danks y Schofield, 2005: 15)

Los espacios naturales estimulan y ofrecen retos a los niños que los patios tradicionales no permiten, puesto que con el objetivo de evitar cualquier peligro eliminan también los riesgos y con estos, pierden uno de los elementos que hacen más atractivo un espacio para los niños, la autosuperació.

Conclusiones

La transformación del espacio exterior de la escuela Santos Samper de Almudévar es un ejemplo de la preocupación creciente de la comunidad educativa hacia la alarmante dificultad de los niños a la hora de realizar juegos de calidad, de establecer relaciones con sus iguales, de realizar ejercicio físico y de tener contacto con la naturaleza.

Como hemos visto, naturalizando los espacios públicos, se estimula la curiosidad, la imaginación, la fascinación y el aprendizaje por descubrimiento, respetando el ritmo de cada cual. Los elementos naturales ofrecen retos y complejidades que se modifican y se transforman con el tiempo, haciendo que el espacio no sea monótono y aburrido para los niños, a la vezque hace crecer su respeto por la naturalez

Naturalizando los espacios públicos, se estimula la curiosidad, la imaginación, la fascinación y el aprendizaje por descubrimiento, respetando el ritmo de cada cual.

Acabar con la reclusión de muchos niños en espacios privados y cerrados a la que son sometidos por miedo a los peligros del exterior y conseguir que recuperen el espacio exterior donde poder realizar actividad física; interaccionar con otras personas; favorecer la creatividad y la resolución de problemas; y recuperar el contacto y la interacción con la naturaleza, son algunos de los objetivos que promueven transformaciones como esta.

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