Han sido necesarios algunos años de trato diario con niños
(pertenecientes a grupos) de distintas edades y etapas de desarrollo y bastante
estudio de las inves...
La infancia no es más que otra frontera, un gueto, como dice André Stern, donde excluir todo lo que en el fondo, da miedo. El amor, el placer por la vida y la ...
En una ocasión trabajé en un asesoramiento en una escuela, donde acompañé a una maestra con su grupo durante varias sesiones. La escuela nos había contactado ya que en este grupo se daban frecuentes problemas de disciplina, que iban aumentando y empeorando el clima de aula y las relaciones a distintos niveles: entre el grupo se daban casos de agresiones, unas explícitas y otras encubiertas, y algunos niños tenían miedo de reaccionar; la relación de la maestra con el grupo estaba teñida de frustración, impotencia y cansancio, ya que después de varios intentos, charlas, asambleas y castigos, la conflictividad seguía latente; la relación con las familias, dados los continuos conflictos en el aula, también sufría de tensión, desconfianza y exigencia. Resulta fácil imaginar en qué estado emocional y de agotamiento se encontraría cualquiera que tuviese que gestionar una situación así....